This is why events unnerve me
They find it all a different story
Notice whom four wheels are turning
Turn again and turn towards this time
All she asks the strength to hold me
Then again the same old story
World will travel oh so quickly
Travel first and towards this time
La vida, se podría decir a groso modo, es una cuestión de timing. Para todo o casi todo. Pensar así me viene bien porque ya no creo en la cosa mística de personas u acontecimientos especiales sino que en nuestra capacidad de darnos cuenta de que algo diferente está pasando y nuestra disponibilidad para vivirlo.
No es tan complicado que encuentres a gente a quien también le guste Seinfeld o los Editors o alguien con quien puedes hablar durante horas seguidas y reírse contigo. Siempre encontraremos candidatos a amistades duraderas o sólo para pasar al rato, siempre encontraremos gente para echar un polvo, para una noche de juerga o para vivir un grande amor que dure lo que tenga que durar. A nosotros nos pasa cada día y la cosa no para: somos nosotros que paramos, que elegimos entre vivir eso o aquello en permitirnos ese o aquel gusto por el sencillo hecho de que nos viene de puta madre en un momento pero en otro, puede que ya no estemos por la labor, o sencillamente no podamos.
Conforme nos vamos haciendo mayores el timing cambia, nuestra disposición, apertura, capacidad o ganas de arriesgarse. Pero las cosas siguen pasando, están ahí para que las pilles si te viene bien, si te apetece o sólo por curiosidad.
Hoy si, mañana no, pasado, ¿Quién sabe? La mejor cosa a día de hoy es poder elegir, es poder buscar aquello que quieres y vivir ese momento de felicidad, de ansia que es tuyo y que será el de más gente porque muchas cosas nos pasan a nosotros: lo único es que ni siempre al mismo tiempo.
No es tan complicado que encuentres a gente a quien también le guste Seinfeld o los Editors o alguien con quien puedes hablar durante horas seguidas y reírse contigo. Siempre encontraremos candidatos a amistades duraderas o sólo para pasar al rato, siempre encontraremos gente para echar un polvo, para una noche de juerga o para vivir un grande amor que dure lo que tenga que durar. A nosotros nos pasa cada día y la cosa no para: somos nosotros que paramos, que elegimos entre vivir eso o aquello en permitirnos ese o aquel gusto por el sencillo hecho de que nos viene de puta madre en un momento pero en otro, puede que ya no estemos por la labor, o sencillamente no podamos.
Conforme nos vamos haciendo mayores el timing cambia, nuestra disposición, apertura, capacidad o ganas de arriesgarse. Pero las cosas siguen pasando, están ahí para que las pilles si te viene bien, si te apetece o sólo por curiosidad.
Hoy si, mañana no, pasado, ¿Quién sabe? La mejor cosa a día de hoy es poder elegir, es poder buscar aquello que quieres y vivir ese momento de felicidad, de ansia que es tuyo y que será el de más gente porque muchas cosas nos pasan a nosotros: lo único es que ni siempre al mismo tiempo.