Ser tío no tiene que ser fácil. Eso lo he tenido yo muy claro desde hace tiempo. Principalmente en lo que se refiere a las relaciones humanas por así decirlo, tiene que ser muy duro tener siempre que tener la voz cantante en ciertos aspectos. Durante muchos años sólo les correspondía a ellos dar el primer paso si les gustaba una chica. Tenían que ser guapos, graciosos, persuasivos sin ser pesados, impertinentes o inoportunos. Tarea complicada considerando que a las tías somos muy crueles y nos ha tocado siempre el mero papel de observadoras y tomadoras de decisión: sirve o no sirve.
Pero años de humillación y rechazo han dejado su huella en nuestros compañeros de cromosoma Y. Han dejado de ser los reyes de la selva y de la casa para compartir con nosotros la dura tarea del acercamiento. Hartos de tener que oír NO y ver caras de asco, los tíos han desarrollado algo totalmente nuevo. He presenciado como uno de esos bonitos ejemplares ha dado una vuelta a la lógica de las relaciones. En lugar de decir ¿Te apetece quedar a tomar algo? , suelta: Me gustas mucho. Eres guapa y divertida y me encanta hablar contigo. Si quieres tener algo conmigo, sólo tienes que decírmelo”.
¿Cómo es eso?
Veamos: yo te gusto, soy yo la guapa, ¿de donde has sacado eso de si quiero algo sólo tengo que decírtelo?
Pues ahí se encuentra toda la genialidad de la cosa. No es que ya no quieran dejar claro sus intenciones (algunos sí pero no es el caso). La cosa está que con el tal de evitar el NO, sencillamente pasan la pregunta a nosotras. Las preguntas directas piden respuestas directas y las respuestas directas que acaban en NO son muy duras de oír. Así que no hacen las preguntas: pasan el deber de actuar y esperar una respuesta a nosotras. La diferencia está que al contrario de las chicas, ellos dejan muy claro que la respuesta será un SI.
No estoy segura de hacer algo al respecto porque me parece un chico majo pero no sé si estoy dispuesta a hacer preguntas directas porque las respuestas directas en este caso, incluso las positivas, no estoy convencida de que me gustarán. De todas las formas, estoy sorprendida con la iniciativa aunque no tenga claro si se trata de una tomadura de pelo o no.
Y la cosa es la de siempre: la mujer que entender a los hombres dominará el mundo!