06 enero 2006

La vuelta de la esquina

La gente se preocupa por la edad. Mucho. En nuestra tan pos moderna sociedad la juventud es uno de los bienes más valorados. Tu eres joven: the world is yours.

Dentro de algunos minutos cumpliré 29 años. Uno detrás del otro. La edad nunca me ha importado demasiado y menos ahora que se acercan los 30. Porque los 30 ahí están desde que tu cumples 25. La gente te lo recuerda todo el rato como si se tratara de algo que sólo le pasa a los otros. Y o me rio porque veo a chicas que tienen meses o uno o dos años menos que yo alucinadas con lo mayor que me estoy haciendo. ¿Debería ser un problema? Llegará algun día la crisis de los 30?

Yo estoy segura de que no. Primero que mis hormonas masculinas me impiden dar demasiadas vueltas a las cosas y segundo porque los 30 años lo pagas a plazos como si fuera una hipoteca. Llevo tantos cumpleaños escuchando que los 30 están a la vuelta de la esquina que cuando finalmente lleguen pensaré que me he equivocado de esquina o que desde luego, soy demasiado simple como para darle la debida importancia.

Así que la cosa que realmente me gusta de los cumpleaños es que es un día todo para mí. Mio. Donde la gente que me aprecie un poco y esté bien informada se acordará de mi y pensará algo bueno. Muchos de ellos me llamarán, me enviarán un e-mail y me dirán cosas que habré oído mil veces pero me alegraré de oirlas una vez más. Porque uno nunca se cansa de saber que sus amigos, familia o sencillamente gente que te cae bien, se piensa en tí y se alegra de que estés un año más con ellos.

Sí, los treinta están la vuelta de la esquina y qué? De mi parte las unicas cosas en las que pienso es que viviré los 29 con todas mis ganas, que mañana desayunaré pan de queso con café y principalmente, que todavía apruebo, con honor, la prueba del lapiz!

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