Yerushalayim shel Zahad

Jerusalem de Oro


Montes con aire limpio y claro
Aromas de Timnah, arribaremos
con la Aurora al son de la sophar.
Ciudad de paz y dicha eterna
Descansa sin temor pues dentro

Jerusalem, Jerusalem,
eres de oro, Jerusalem
Veras que en todos tus
Caminos yo soy laúd


Queremos ver tus pozos de agua
Por tus calles andar, oír el cuerno
desde el Templo, tus cantos escuchar.
Tus valles brillan cual si fueran
Cristal y resplandor, desciende vamos
al Mar Muerto Cruzando Jericó.

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Jerusalem de oro, de todos y en silencio. Con sus piedras con ganas de hacer de sol y su gente de todas las partes en las murallas donde casi todo esta prohibido. Policias arabes y judios que juntos llevan a dos ateas hasta el Santo Sepulcro a cumplir la tabla de los turistas. Esfihas que valen 15 shekels sino eres de alli y gente que cierra su comercio y guarda silencio en protesta por la matanza de Gaza. Ni todos estan ajenos a lo que pasa afuera de los muros de la ciudad de Oro. Ni yo estoy ajena a su belleza, a su calles pequenas, a su mirada curiosa. Los muros no separan esperanza, el dolor, ni el sentir. Bonito paseo en un dia precioso.

Y de paso, como me dijo mi hermana:
Reloj que se retrasa, no adelanta.