23 abril 2007

Perros y gatos




Esa de la foto es Nina. Mi huésped estos días. Más bien “nuestra huésped” porque como sabéis vivo con un gato. Parece una idea poco lógica poner en pocos metros cuadrados especies conocidas por su mal rollo pero estos dos no se llevan mal. De hecho, se llevan más o menos como los tíos y las tías.
Cuando ella quiere jugar, él pasa. Cuando ella pasa de él, él va detrás de ella hasta convencerla de que no debe pasar de él y cuando finalmente ella no pasa y le ladra algo, el maúlla no sé qué y empiezan a hacer mucho ruido, hablando sin escucharse ni entenderse como muchas veces hacemos chicos y chicas.
También, en alguna ocasión, se miran tiernamente pero cuando ella se le acerca demasiado, él se acojona y sale corriendo. A veces, cuando el gato parece convencido de que merece la pena intentarlo, ella se pira o le ladra justo cuando le iba a dar un morreo. Así no hay quien se entienda. Y es cierto. Ella le mira de vez en cuando con una mirada interrogativa y se pregunta : "que es lo que quiere este". Él la mira mientras bebe agua y piensa: "que falta de clase". Y así han estado gran parte del fin de semana. Después de una “discusión” que parecía el fin de cualquier posibilidad de una relación pacífica, decidí separarlos un rato. Metí a Nina en la cocina mientras limpiaba un poco el salón y me cortó el corazón ver como Bebé se paraba en la puerta y empezaba a maullar triste. Desde dentro, la perra también lloraba y he tenido que abrir la puerta después de tal demostración de afecto y añoranza. Vale, estos juegan al "ni contigo, ni sin ti" pero eso se parece demasiado a la vida real como para mantenerles separados.
Al abrir la puerta se contemplaran fascinados y se acercaron despacio. No me enteré bien quien ha dado el primer paso pero de repente veo q ella le da un lametón y él, acerca su hocico al suyo y se restriega. Se miran encantados con la novedad. Luego se tumban y parecen más tranquilos que antes. Y después de tanto tiempo intentando ponerse de acuerdo, se dan cuenta de que deberían haber empezado por ahí.

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