La existencia a veces resulta complicadísima. Realmente, me gustan mucho los chicos. Me gusta como amigos. Y me gustan como lo otro. Pero ciertos espécimen son difíciles de entender y esa es una chica un poco cansada. Pasa lo mismo con las chicas. Son buenas amigas pero también resultamos muy cansinas.
La culpa no es de ellos. La culpable casi diría que soy yo: una chica que ni siempre sabe lo quiere o quiere cosas que no debería querer, ¿pero que hacer cuando ya no quieres nada?
El pasotismo es el mal de humanidad alrededor los 30. Nadie tiene ni puñetera idea de lo que debe hacer y en lugar de buscarse la vida, pasa. Algunos, los más resignados asumen su destino y se casan y se multiplican. Muchos porque lo desean, muchos porque se supone que es lo tienen qué hacer y es bastante más fácil cumplir el guión que buscarse otra salida. Pasan. Y la vida pasa.
Algunos, por otra parte. No se resignan al guión pareja pero sí al guión soltería. Van de pareja en pareja en una búsqueda de algo que no saben bien lo que es. Todavía conservan algo de ilusión de encontrar a alguien especial pero a estas alturas el amor no es suficiente. Tiene que ser eso. Tiene que tener lo otro. Y puede que nadie sea bueno lo suficiente. Pasan. Pasan de las buenas oportunidades por no querer arriesgarse, por que todo cuesta un poco de trabajo y se está tan bien sólo.
Yo no quiero pasar. Quiero desear las cosas. Quiero tener ganas. Quiero que cueste pero quiero creer que el desafío compensa. Quiero olvidar lo de antes.
Quiero un guión que sea personal, compartible e intransferible.
07 junio 2007
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