Escribo desde hospital mientras Ana duerme tranquila. Se me encoje el corazón verla dormida y tan frágil pero al mismo tiempo cuando estoy con ella, soy confiante de que todo saldrá bien aunque cueste un poco. Cuando voy a casa y veo a los niños sin su madre, a Dan que con dos años llama Mamá por toda la casa y a Guy, con sólo dos meses y tan pequeñito, me entran ganas de llorar y como siempre, lloro todo el rato.
De hecho mi hermana ya hace chistes con mis lágrimas: dice que lloro cuando llego al hospital, lloro cuando me voy, y mi cuñado añade que lloro por el camino.
Hoy no tengo que trabajar y tampoco ayudar con los niños que están con los abuelos. Así que me quedo aqui, pegada a ella. Cada minuto cuenta y como entre semana no podré venir verla, aqui me quedo. Aunque sea solo para velar su sueño.
Todo saldrá bien.
05 julio 2008
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1 comentario:
Me alegra verte optimista, cielo. Lo importante es que permanezcais juntas. De corazón deseo que todo salga bien.
¿Seguirás informándonos?
Un abrazo para las dos.
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