Me quedé un rato en la cama esta mañana escuchando el ruído de las ruedas de los coches sobre el suelo mojado. Una costumbre muy mía la de parar y dedicarme a oír la lluvia. Iba a coger el autobús para venir al trabajo pero a penas chispeaba y vine caminando sin prisa. De repente me acordé de la canción de abajo - yo siempre tan reacia a las canciones en castellano - tengo que confesar que el tiempo otoñal y las hojas por el suelo siempre me hacen recordar esa canción. Tiene la melancolía exacta de los días de lluvia que anuncian la llegada del tiempo frío y la poesía precisa de los afectos que no resultan y tienen un final resignado y silencioso.
“Y si es un castigo, yo me lo busqué…”
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