04 enero 2009

La vida en miniatura




Primer post del año. Primeras impresiones de 2009: buenas pese a lo que se cuece en ciertas partes del mundo. Todavía no he concretado mis propósitos para el año que empieza: el ejercicio me está costando más de lo habitual a lo mejor porque cada menos soy capaz de identificar que es lo que realmente quiero. He empezado, entonces, a querer pequeñas cosas y a dividir la vida en trocitos pequeños. Para no liarme y no perderme en el intento de conseguir lo que quiero y de querer a lo que consigo. Es una receta nueva (para mí, claro está) cuyos los resultados hasta el momento son bastante positivos. Sino soy capaz de tomar grandes decisiones o elegir grandes propósitos, pues lo haré poquito a poquito, conocedora que soy de que el “todo” está hecho de pequeñas partes.
Y a veces parece tan claro que debemos hacer grandes cambios o dedicarnos a grandes proyectos que nos pueden cambiar la vida. ¿Por qué? Si ver todo a lo grande nos aleja de los detalles, de la belleza escondida en los rincones de nuestros momentos, de nuestra rutina, de nuestros sueños. Mirando de cerca, con lupa, cada trocito parece más fácil, más bello y parece que tenemos la vida en la palma de la mano. Una miniatura, un montón de miniaturas que juntas somos nosotros, son nuestros propósitos, son lo cambios que queremos hacer y el futuro que queremos construir.

Ahora no es hora de vivir el año nuevo: vivo el minuto y el montón de segundos que nos dejan las horas. Y ya no corro demasiado, contemplo cada cosa y sonrío todo lo que puedo. Así empieza 2009.




No hay comentarios: