Siempre he respetado mucho a la gente que trabaja en el helpdesk. De cualquier categoría. Por principio es un trabajo bastante chungo: la gente te llama porque tiene un problema. Como si fuera una línea de la esperanza pero con la diferencia de que las personas más que tendencias suicidas, tienen tendencias homicidas, insulticidas y mucha, mucha mala leche.
Yo hace unos meses estoy viviendo algo parecido. Desde que, por razones inexplicables, se le ocurrió a mi manager que yo soy la persona que más sabe de accesos y de sistemas en su team, mi vida se ha convertido en un sin vivir.
Porque el concepto de proactivo es demasiado nuevo como ser tan extendido y la gente prefiere preguntar a pensar que ha hecho algo mal. Porque sí, los sistemas son una full pero en 90% de los casos la culpa es del usuario que no ha puesto bien su password, que se ha olvidado de poner no sé que comando, que se ha metido por donde no debía. En todo caso, si estoy yo para que tener el cérebro en posición ON?
Escucho mi nombre mil veces al día. Es como un vinillo rayado. Ultimamente por el cambio de contrato de várias personas estoy yo llevando el tema de los accesos. Debo ser muy buena de marketing porque no sé bien como, no sólo mi jefe realmente cree que sé lo que estoy haciendo, como viene gente de otros departamentos pedirme consejos sobre como gestionarlo.
Es de coña.
El problema es que la fama está totalmente injustificada y siento que cada minuto que pasa voy haciendo más enemigos. Porque si eres un helpdesk telefónico puedes perfectamente colgarle el telefóno a un gillipollas que te hable de mala manera y decir "Ups, se ha cortado", ¿ pero que puedes hacer cuando tienes a la persona delante miradote con muy mala cara y culpandote de todos sus problemas?
Suicidarte.
Y cuando una piensa que ya ha visto de todo, te pasa algo que te deja claro que eres una perdedora y ciertas malas cosas SÓLO te pasarán a ti. Mi adorable jefe, temiendo que su jefe fuera tan petardo como él con los ordenadores, decide que yo debía bajar para enseñarle como aprobar una request.
- Bajas tu y le dices que como no se entera ni del nodo que te deje que lo hagas tu.
Perfecto. Ese es el vocabulario ideal para tratar el jefe de tu jefe. Bajo las escaleras imaginandome una manera de decirselo sin que me pueda echar con despido procedente. Abro la puerta y le digo que me han enviado. No hay huevos ni para decirle a qué. Me mira visiblemente molesto y para que la situación fuera todavía mas incomoda (yo lo juzgaba imposible), me suelta:
- ¿Qué pasa? Que tu jefe piensa que soy tan tonto que no sé de dar al Ok?
El que calla consiente. Y yo me callo. No se me ocurre ninguna palabra en la lengua castellana o en cualquier otro idioma y sigo sonriendo. Seguramente pensará que soy una imbecil, me parece compreensible y es muy probable que tenga algo de razón.
Así que me piro. Sonriendo y preguntandome que habré hecho para merecer eso? ¿Por cual de mis pecados exactamente estoy pagando? Dado que el precio es tan alto, estoy segura que por lo menos, tengo el derecho a saber si ha merecido la pena!
17 enero 2006
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