Hoy me desperté de muy buen humor. No sé si es porque me desperté más tarde o si, en lugar de desesperarme por el estres y acostarme pronto, anoche salí a cenar y a bailar un rato.
Y estuvo genial!
Me encanta la comida japonesa. Mientras comía pensaba: yo podría vivir a base de esto. No necesito mucho más. Me encanta el sashimi de salmón, frio, con la soja. Me encanta liarme con los palillos porque la verdad es que no los manejo bien. Y dá igual porque sino hubiesen cubiertos, me lo comería con las manos, y me quedaría tan ancha.
Llego al trabajo en un rato. Ý no me preocupa.
Ya se sabe que la felicidad es breve, es un conjunto de momentos puntuales y ese es uno de ellos.
Que sea infinito mientras dure!
20 enero 2006
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