Cosas de un Jueves gris

Gran noche de fútbol la de ayer. Como últimamente hago el esfuerzo de ignorar la prensa deportiva local, escribiré yo mismita mis propias tonterías.
Que llegue el Liverpool otra vez a una final tiene el lado positivo de callarle la boca a Mourinho (aunque me duele por Michael Soy Guapo Ballack) pero tiene como gran desventaja tener que oír los periodistas españoles llamando al equipo de Spanish Liverpool. Fútbol rácano por fútbol rácano si lo hace un local les parece bien, pero si lo hace Mourinho es la derrota del buen fútbol, un crimen contra la humanidad.
Son idiotas.
Pero tienen compañía: la mía. Porque el Milán hizo un partidazo, mejor, hizo dos partidazos y merece como nadie haber llegado a la final. Kaká, que debo confesar me parecía insoportable, ha jugado con precisión, toque, elegancia y corrido por todas las partes. Vale que con la selección brasileña no haga nada pero los milaneses no tienen como quejarse de él. En Madrid se frotan las manos por hacerse con la estrella brasileña. Y Kaká tendrá que ser muy imbecil para venirse. Es un poco imbecil con lo cual no lo descarto.
Con Kaká, Mourinho y Raúl no sé si el Real ganaría muchos títulos pero el de Equipo más asqueroso del Mundo no se lo quitaría nadie.

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Mientras tanto mi equipo en Brasil se acerca peligrosamente a la segunda división.

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Lo que no deseas, puedes tener si quieres.Lo que deseas mucho no puedes tener ni querer. Si el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe, ¿eso que es?

Una putada.