Ese blog hoy se parecerá a la sesión de necrológicas del ABC pero quien entiende?
Mi gatito Bambam, el de la foto, ha decidido irse también el mismo día que Rosquinha. Mi único gatito amarillo. Mi gatito con sólo tres patitas a quien le encantaba morderme los dedos de los pies mientras tomaba el sol. Se ha ido. Uno más. Y espero que se pare la cosa por aqui. También ha vivido mucho, también ha sido feliz y también lo recogimos de la calle. Cuando salvas a un animal, es como si hiciera parte de ti y cuando se van, se llevan un poco de ti también. Se llevan las memorias de unos años que ya no volverán. Se llevan el recuerdo de unos días muy felices que pasaste en un lugar lejano donde ya no encontrarás lo mismo que cuando te marchaste. Es un día triste.
Es un día de echar de menos.
Y poco más.
1 comentario:
Lo siento mucho.
Un abrazo.
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