01 junio 2007

Un día después de otro

Después de un día un poco triste, que como todos ha tenido la ventaja de limitarse a 24 horas, viene otro día. Mucho mejor o por lo menos con una buena novedad. La verdad que cuando me dijo que venía a Madrid y me preguntó si podía quedarse en mi casa yo contesté sí porque no tenía como decir no. Pero realmente no pensé en las posibles implicaciones de la visita. Laura y Monica no dejan de decirme lo afortunada que soy y yo no dejé de preocuparme si me había equivocado o no al decir que si. Nunca se sabe que pasará y dijo un amigo hace poco que nadie puede asegurar nada. Cuando no se dice ni que si ni que no es lo que pasa. Pero es un viernes de junio, hace sol y tiene su gracia que finalmente ciertos objetos y objetivos tuyos hayan cambiado de verdad.

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