Hay cosas que mejor no discutir. Te dicen el absurdo de tu sueldo - mejor dicho - de tu "no sueldo" y sonríes con una sonrisa entre ironica y resignada. Me niego a tener discusiones surrealistas sobre la gran oportunidad que me han brindado al darme un puesto tan espectacular como si desde él pudiera tocar las estrellas. Pero con las estrellas y la responsabilidad no viene la pasta. Tú, como persona elegida por los sabios dioses de tu empresa, sólo tienes que decir amén y dar las gracias (a ser posible en tono servil y deslumbrado) por el gran futuro que te espera - futuro que tiene la gran ventaja, para ellos claro, de que siempre estará por venir.
Que prolija soy! Tanta tonteria para resumir mi sencillo deseo de que se vayan a tomar por saco!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
24 julio 2007
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