25 agosto 2006

La letra del momento....

The night is cold,
you lie with ghosts you have let down,
An empty bed betrays you,
you lie awake and wonder what went wrong

The lights have died, the love they gave on borrowed time
And you’ll melt into the walls, melt into the walls
Your time has run out, your time has run out,
They lied, they lied baby, and I tried I tried lately...

I’ll drink you slow,
I’ll drink you slow but for a price,
Water turns to poison and loving touch gives way to lonely nights
It’s a fine white line, it’s a fine white line you’re stumbling across,

You’ll melt into the walls, melt into the walls
Your time has run out, your time has run out,
They lied, they lied baby, and I tried I tried lately...
Please don’t you ask,
Please don’t you ask me how it feels,
For she was the last,
To light up my night and make me sing..
.Your time has run out, your time has run out,
They lied, they lied baby, and I tried I tried lately...

Melt into the walls -Pilate (Pilot Speed)

Oh Dear!

24 agosto 2006

Ojos de resaca

"Retórica de los enamorados, dame una comparación exacta y poética para describir lo que eran aquellos ojos.(...) No se me ocurre imagen capaz de decir, sin que se rompa la dignidad y el estilo, lo que fueron estos ojos y que me hicieron. (...) ¿Ojos de resaca? Vale, de resaca. Traían no sé que fluido misterioso y energético, una fuerza que me arrastraba hacia dentro, como la ola que se retira en la playa en los días de resaca".

(Machado de Assis - Don Casmurro)


Nada que yo añada a esa frase (que me gustaría haber escrito) tendrá sentido. A veces pasa eso: sólo es una mirada. Y no hay nada que hacer. Sólo contemplar las palabras, el recuerdo y el hecho de que en días de resaca, uno no puede hacer más que dejarse llevar por el mar.

23 agosto 2006

Árboles de fruta

Cuando era pequeña estaba obsesionada con los árboles de fruta. Me encantaban. A tal punto que mi primer criterio para determinar la riqueza de una persona no era el tamaño de su casa ni el coche de la familia: y si el número de árboles de fruta que tenía en su jardín.

Y mi vida en gran parte de resumía en husmear en los jardines del pueblo y robarles la fruta que daban sus árboles. Me pasaba horas espiando a través de los muros delas casas arquitetando una manera de entrar, treparme en el árbol y comerme lo que allí estuviera.

Siempre he pensado que mi obsesión en robar fruta no tenía que ver con tendencias delictivas sino con que en nuestro jardín no teníamos a ningun árbol. También era porque me sentía muy libre cuando alcanzaba la cima del árbol o de cualquier azotea o tejado. Me pasaba la vida subiendome a todo: casas, iglesias (todo un desafío), tiendas. Prática poco aconsejable la de trepar cuando tienes 10 años. Pero cuando eres niño, la muerte es un concepto tan lejano que yo jamás pensé que lo que hacía tenía tintes suicidas.

Uno de los días más felices fue cuando encontramos 500 piñas metidas dentro de un garaje. Olía fenomenal y pasamos horas estudiando una manera de meternos dentro. Cuando finalmente conseguimos era como si hubiera encontrado un tesoro: muchísima fruta y todas al alcance de la mano. Aquella noche comí las piñas más dulces de mi vida y me resulta casi imposible describir la sensación de felicidad que tenía por mi gran hallazgo.

Hoy mi pueblo ya no es tranquilo como entonces. Los niños ya no entran en las casas sólo para robar fruta. La gente ya no construye muros para proteger sus árboles. Hay pinchos y perros malos para separar y defender propiedades.

Las piñas en Lorena ya no son tan dulces como en otros tiempos.

Estos tiempos que ya no vuelven y que yo tanto echo de menos.

22 agosto 2006

Acostumbrandose

Hay quien diga que para que algo se convierta en un hábito o haga parte de tu rutina, tienes que hacerlo por lo menos 11 veces.

Muy bien.

Me pregunto entonces que tiene que hacer una para que algo deje de ser un hábito, para que no se le haga raro que no esté o le de esa sensación de que "algo falta" durante el día

¿No hacerlo 11 veces?

¿Cuanto tiempo se supone que tiene que pasar hasta que te acostumbras a algo que ya no está?

Y la gente se acostumbra a todo. O a casí todo. Se acostumbra a despertarse demasiado pronto, a coger el metro lleno de gente, a trabajos aburridos, a parejas que ya no quieren, porqué no se acostumbrará a las ausencias?

Y aquí estoy yo. Acostumbrandome. Como ya lo hice en otras ocasiones, como probablemente volveré a hacer. Pero se me está dando bien y es una sensación parecida a la de una victoria, como cuando gana tu equipo, darse cuenta que te acostumbrarás al final de algo que parecia tan imprescindible.

21 agosto 2006

Dias de prisa

EL CLIENTE: Dios hizo el mundo en seis días, y usted no es capaz de hacerme un pantalón en seis meses.
EL SASTRE: Pero señor, mire el mundo y mire su pantalón.

(Del texto "El mundo y el pantalón" de Samuel Beckett)



Vi la frase arriba en El País de ayer. Y llegó exacta y precisa. Perfecta para estos días que quiero que pasen deprisa. En los que se sabe que algo ha cambiado y que una se confunde entre lo viejo y lo nuevo. Entre lo que tiene que pasar y lo que tiene que pasar de una vez. Entre cosas que acaban y otras que empiezan y todo lo que quieres es que como con el pantalón, la espera merezca la pena.