13 octubre 2008

Recuerdo


That reminds me of the time I felt
It's time for sin and catholic guilt
Two years later to the day
I had reason to confess

But to put these thoughts
In songs like theirs
Of the honest truth
There'd be no trace
Just lying out loud




Está claro que en nuestras vidas nos equivocamos y acertamos. Nadie puede prever el futuro pero claro está que hay ocasiones en las que sabemos de sobra que no deberíamos hacer algo. Hay veces en las que una voz interior o la simple lógica nos envían alarmas que por motivos totalmente desconocidos, ignoramos.
La pena está que en muchos de estos casos, estos son los errores que siempre recordaremos.
El viernes fue uno de estos días donde el recuerdo de ciertos comportamientos poco reflexionados del pasado volvió a aparecer en este presente ya tan lejano. No fue tan duro, ni ha dolido tanto, pero los pocos minutos de conversación me hicieron preguntarme de manera casi desesperada en qué leches estaría pensando cuando insistí en algo que sabía de sobra no llevaría nadie a ninguna parte.
Convivimos con todo en esta vida. Con la añoranza, con el dolor, y también con la culpa. Años de convivencia cristiana dejan su huella y casi nos obligamos a sentirnos culpables porque es más fácil sentirse culpable que asumir que puede que a veces no nos portemos de la mejor manera posible.
Yo no me siento culpable pero me arrepiento de haber sido idiota y no haber hecho caso a la lógica. Lamento haber perdido ciertas amistades y sólo me responsabilizo a mí por ello. La vida sigue.

Pobre de la gente que necesita echar la culpa al prójimo con el tal de sentir menos dolor.