31 diciembre 2011

ventanas...


La antena está abierta esperando una señal
la señal que no llega a esta sala de espera es una eternidad.
Y el tesoro perfecto lo cubrió la tormenta
con aviones cruzándose en la noche más negra.
Boca en la tierra - Vetusta Morla

 Conociendo mi incapacidad para poner fin a las cosas habrá sido claramente optimista pensar que todo se acabaría cuando se tenía que acabar.
Hemos dados pasos descoordinados porque era evidente que ninguno sabía adonde quería llegar. Posiblemente a un punto alejado de los dos donde encontrar un poco paz. Cada uno la que necesitara. Y cerca habremos estado  pero .. ahhh las ganas de tener lo que ya se tenía. Habrán sido ellas que nos arrastraron a un final de verdades dichas fuera de hora? A un final donde cada uno se quedará con el sabor amargo de la razón ajena mezclado con la propia y  dulce sin razón?
Y si hace una semana todo tenía una cierta melancolía ahora reconozco que sencillamente hacía falta algo más de calma y de afecto. Tal vez algo más de silencio o de palabras más precisas. Porque el decir algo, no era siempre  una declaración de intenciones. Era nada más que mis ganas de estar un rato más allí sin quererlo. Eran mis ganas de volver hacia atrás y poder marcharme  meses antes cuando todavía estaba una a tiempo de hacerlo sin demasiado ruido.

Lo bueno? Que lo hubo. Que fue. Que hay el gusto  de haber abierto la ventana y dicho lo que venía en la tripa. La libertad y el gusto de dejarse ver, de enseñar que si se golpea "aquel" punto va a doler. El placer de finalmente saber lo que finalmente se estaba buscando aunque no en el sitio adecuado.

Que 2012 sea un año lleno de búsquedas, encuentros, ventanas abiertas y vistas preciosas.