Un día después de otro

Después de un día un poco triste, que como todos ha tenido la ventaja de limitarse a 24 horas, viene otro día. Mucho mejor o por lo menos con una buena novedad. La verdad que cuando me dijo que venía a Madrid y me preguntó si podía quedarse en mi casa yo contesté sí porque no tenía como decir no. Pero realmente no pensé en las posibles implicaciones de la visita. Laura y Monica no dejan de decirme lo afortunada que soy y yo no dejé de preocuparme si me había equivocado o no al decir que si. Nunca se sabe que pasará y dijo un amigo hace poco que nadie puede asegurar nada. Cuando no se dice ni que si ni que no es lo que pasa. Pero es un viernes de junio, hace sol y tiene su gracia que finalmente ciertos objetos y objetivos tuyos hayan cambiado de verdad.

Hasta siempre Bambam

Ese blog hoy se parecerá a la sesión de necrológicas del ABC pero quien entiende?
Mi gatito Bambam, el de la foto, ha decidido irse también el mismo día que Rosquinha. Mi único gatito amarillo. Mi gatito con sólo tres patitas a quien le encantaba morderme los dedos de los pies mientras tomaba el sol. Se ha ido. Uno más. Y espero que se pare la cosa por aqui. También ha vivido mucho, también ha sido feliz y también lo recogimos de la calle. Cuando salvas a un animal, es como si hiciera parte de ti y cuando se van, se llevan un poco de ti también. Se llevan las memorias de unos años que ya no volverán. Se llevan el recuerdo de unos días muy felices que pasaste en un lugar lejano donde ya no encontrarás lo mismo que cuando te marchaste. Es un día triste.

Es un día de echar de menos.

Y poco más.

Hasta siempre Rosquinha!

Era un perrito feo y llegó en camión. Rosquilla. Una más entre los miles de animales que sacamos de la calle y llevamos a nuestra casa. Hace tanto tiempo que ya ni me acuerdo cuando llegó. Pero me acuerdo su tono gris raro de pelo y su inexplicable capacidad de saltar cerca de metro y medio del suelo siendo poco más de un chucho enano.
Hoy me dijo mi madre que será su último día entre nosotros. Me echo a llorar en medio de la oficina y me da un poco igual que lo vean. Mi perrita. Se me va una más. Nuestra querida Rosquinha (Rosquilla en portugués). La perrita cazadora que mató miles de pájaros, que atacó miles de gatos y que llegó incluso a destrozar un par de mofetas.
No os equivoquéis, no era un perro bravo. Era sí, muy cariñosa, noble y valiente. Le echaré de menos, como echo de menos todos los animalitos que salvé y que el tiempo o algún vecino ha insistido en alejarlos de mí. Pero ya no hay nada que hacer. Ha vivido 14 años, ha tenido a gente, a perros, a gatos que la quisieron mucho y ha sido muy feliz.

Y eso es más de lo que pueden decir muchos animales y personas.

Hasta siempre!

What we´ve been missing!!!!!!!

Poca cosa se le puede reprochar a un grupo que hace un concierto de tres horas y veinte minutos de reloj. Poca cosa se le puede reprochar a un grupo que es capaz de llenar con 60 mil almas el Pavilhão Atlântico sin que sus discos hayan sido siquiera lanzados en el país.
Y fue con mucha ilusión y una gran puesta en escena que Dave Matthews y su banda hicieron grande la noche del viernes pasado en Lisboa. Fueron años de espera, y lo dijo él mismo, pero ha merecido la pena esperar. Con un concierto tan largo, ha habido tiempo para todo: para los hits como Crash into Me, Everyday, So much to say y Rapunzel, tiempo para las jam sessions (en algun caso, un pelín largas), para la intervención de Tom Manello del Rage Against the Machine y para la constatación de que la conexión entre público y banda haría de esa noche algo realmente especial. Dave dijo que aquella era la mejor audiencia para la cual habían tocado : “What we´ve been missing” . Y debía de estar siendo sincero porque yo estaba pensando lo mismo: que gente más espectacular! Que energía, que ilusión, cuanta voz para aguantar corear las canciones unas tras otra.
Lo dicho: poco se le puede reprochar a un banda como Dave Matthews pero me atrevo con una cosa: faltó mi canción preferida, The Space Between. Y pese a que haya salido del concierto encantada con las versiones de Don´t Drink the Water y Grey Street, eché de menos los versos tan bonitos sobre el espacio, el tiempo y el amor.

A lo mejor para la próxima!


You cannot quit me so quickly
Is no hope in you for me
No corner you could squeeze me
But I got all the time for you, love

The Space Between
The tears we cry
Is the laughter keeps us coming back for more
The Space Between
The wicked lies we tell
And hope to keep safe from the pain

But will I hold you again?
These fickle, fuddled words confuse me
Like 'Will it rain today?'
Waste the hours with talking, talking
These twisted games we're playing

We're strange allies
With warring hearts
What a wild-eyed beast you'll be
The Space Between
The wicked lies we tell
And hope to keep safe from the pain

Will I hold you again?
Will I hold...

Look at us spinning out in
The madness of a roller coaster
You know you went off like a devil
In a church in the middle of a crowded room
All we can do, my love
Is hope we don't take this ship down

The Space Between
Where you're smiling high
Is where you'll find me if I get to go
The Space Between
The bullets in our firefight
Is where I'll be hiding, waiting for you
The rain that falls
Splash in your heart
Ran like sadness down the window into your room
The Space Between
Our wicked lies
Is where we hope to keep safe from pain

Take my hand
'Cause we're walking out of here
Oh, right out of here
Love is all we need, dear

The Space Between
What's wrong and right
Is where you'll find me hiding, waiting for you
The Space Between
Your heart and mine
Is the space we'll fill with time
The Space Between...