03 agosto 2007

Eisley- telescope eyes

Porque a veces todo lo que puedes pedir es que no te hagan llorar. Esa canción podía ser triste pero a mi me dá muchísimo buen rollo. Puede que sea así sólo porque es buenísima pero también puede que sea porque nunca fue tan fácil concederme lo que piden en el estribillo.

02 agosto 2007

Natives of Ferrara apparently had no trouble understanding a relationship that went on for years without even existing



El día 30 de julio el cine ha perdido dos de sus grandes figuras de todo los tiempos: Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni.
De Bergman ya hablaré en algún momento. Curiosamente, la muerte de Antonioni – a quien le puse a caer de un burro en varias ocasiones, me ha conmocionado más. No por su muerte en sí pero por el recuerdo de una película suya, la hermosa Beyond the Clouds.
La vi hace más de 10 años. Cosas de hacerse mayor. Como a toda peli de Antonioni habría que prepararse antes. Ir dispuesta a ver y entender un cine denso y a veces cansino pero que contiene en algunos puntos perlas que te acompañan toda la vida. No estamos hablando de un director de blockbusters sino que de un hombre con gran talento para convertir en imágenes preciosas el amor y el dolor humano.
La película podría resumirse como un director que anda por Europa buscando historias para hacer un largo. Son cuatro cortos independientes que se unen de discreta manera por la mirada del director, todos con una cierta tendencia a un final un poco trágico. Pero de todos los cortos el que me gustó más en su momento fue el primer de ellos, el de un chico y una chica que se enamoran, se pierden y se encuentran tras años sin verse y se dan cuenta que siguen sintiendo lo mismo – un cierto afecto que viene de la nada, un cierto placer de estar juntos, una sensación de familiaridad que siempre está allí. Se buscan mientras caminan por la preciosa Ferrara – en lo que yo veo hoy mismo como una preciosa metáfora de la búsqueda de eso que vulgarmente llamamos “amor de nuestras vidas”.
Empieza con la bonita frase, "Natives of Ferrara apparently had no trouble understanding a relationship that went on for years without even existing".
Y es cierto. Estaban pero no estaban. Se querían, pero podían vivir sin ellos. Y en el corto, así como en nuestras vidas, se viven relaciones largas e intensas que técnicamente no existen. El amor se va, porque el amado se encuentra lejos y vuelve cuando le ves una vez más. Y la pareja tiene el amor perfecto en el escenario perfecto y a posibilidad de empezar “fresh”. Y finalmente cuando están a punto de consumar su sentimiento, cuando ya no hay nada que les impida ser felices y disfrutar, cuando están juntos mirándose a los ojos en una de las escenas más bonitas de no-sexo de todos los tiempos, el chico se levanta y se marcha. No puede seguir. El amor es demasiado y no se atreven con el talvez porque prefieran mantener intacta la idea de perfección y de felicidad que la realidad no es capaz de abrigar.
En su momento me pareció raro que alguien fuera efectivamente capaz de hacer algo así. La muerte de Antonioni me hizo recordar ese bonito cuento que hoy por hoy tiene grandes similitudes con la vida misma. La ilusión conforta a cualquiera y para muchos, es mejor quedarse con ella que vivirla

31 julio 2007

Que alegria! Vienes! Viviré 10 años más sólo por la felicidad de verte otra vez! (Abu Ina)

Me gustan los abuelos en general. Y me gustaba mi abuelita que ya no está. Y me gusta muchísimo mi abuela que está y que es tan especial, tan linda y tan maja. Ayer le llamé para decirle que voy a verla. Que finalmente voy para pasar allí la noche vieja, mi fiesta favorita, con ella, una vez más, como cuando era niña y me llevaba ella de la mano vestidas de blanco a saltar las olas y saludar el año nuevo que llegaba.

Voy a verte abuelita. Y esta mañana me he echado a llorar por el camino recordando el tiempo qeu vivimos juntas, las noche viejas que me llevaste de la mano, las mañanas en las playas donde me comprabas té frío y las tardes tan calientes donde me comprabas churros rellenos de dulce de leche. Me acordé de cuando me llevaste a ver los delfines y aquel león marino que tenía los ojos tan rojos y también de una vez en el parque cuando cogiste una paloma con las manos y me pareció que eras alguna clase de persona mágica capaz de hablar con las aves.

Pero ahí estás. Esperandóme como me dijiste. Y que así sea. Que el tiempo pase deprisa para que nos veamos pronto. De momento queda en mi cabeza tu frase preciosa que una vez más me hizo sentirme tan especial, pero que sepas que tomaré tu palabra y te quiero aqui conmigo 10 años más.

30 julio 2007

Impossible is nothing

Me desperté super pronto pero no me costó nada. Tenía tantas ganas y energía que salté de la cama como cuando era niña y volvía al cole después de los meses de verano. El día, la ruta, la gente: todo estuvo genial. Yo y Tim nos fuimos en autobús pero podríamos haber pedido a alguien que nos acercara pero somos así de independientes. Él ha mareado un poco pero al final se ha rendido y se vino. Tielmes es un pueblo pequeñito pero que tiene su “charm”.
Llegamos prontito, sólo estaban los monitores y uno de ellos me dice a mí que me había visto el Jueves por el Retiro. Hummm… Pensé en silencio que me habría visto caer también (el Jueves casi me maté delante de casi todos los patinadores del universo) y acto seguido añade que me ha visto caer el Jueves - “Qué pasó? Ibas toda emocionada y de repente…
Humpf!
Humillaciones públicas a parte el día fue genial. A los no profesionales como yo no nos dejaran hacer toda la ruta e hicimos “sólo” la mitad de los 40 km iniciales.
La temperatura ambiente rondaba los 40 grados durante el paseo que transcurrió sin grandes incidentes: sólo dos caídas. No me hice daño pero en la segunda ostia – la gente paró de repente en una cuesta – sin que yo pudiera entender el porqué. Yo venía a toda pastilla y aunque me dio tiempo a frenar, tenía más velocidad de lo que creía y al pobre Tim le di un golpe en los patines que ha volado medio metro antes de caerse al suelo – una caída desde 1,90 no debe ser muy agradable.
Al final de la ruta yo estaba por pedir que me llevaran en brazos pero aguanté hasta que llegamos a la piscina donde nos esperaban unos picoteos y mucha bebida fría. Nos pasamos la tarde en la piscina y nuestros compañeros profesionales después de rodar sus 40 km tuvieron todavía cuerpo para una partida de Hoquei y para una demostración slalom, a mi me costaba existir.
Estuvimos en la piscina hasta las 20h y dos buenas almas me acercaron hasta mi casa en Madrid. Estaba agotadísima pero ha merecido la pena. Ni siquiera tengo agujetas. Bueno, una contractura en el culo que me duele un poco cuando me siento pero supongo que sea una buena señal y con un par de rutas más tendré un culito 10.

Lo dicho: impossible is nothing.