16 agosto 2007

La añoranza de lo que vendrá

"Madrid, irredenta, carísima, inhumana, absurda, sucia, voraz, ajena o propia, salvaje o cívica, como aquella vez que unos trenes saltaron por los aires y en cuestión de minutos este monstruo se organizó para convertirse en un gigantesco vivero de eficacia y buenas voluntades, y los camiones de la Cruz Roja se llevaban por centenares las bolsas de sangre nueva mientras cuatro millones de personas lloraban, encorahinadas, la sangre derramada de las víctimas y el dolor de cientos de serer a los que no conocían. Aquel día maldito aprendí q esta ciudad, mi cuidad, está llena de gente dispuesta a llorar las lágrimas de otros, y encontré un nuevo motivo para amarla a mi manera"

( "En tiempos de prodigio" - Marta Rivera de la Cruz)

El extracto arriba me hizo pensar en Madrid. Me hizo sufrir por antelación, me hizo añorarla antes mismo de que me haya ido. Es la certeza de que nos queda poco tiempo juntas lo que me hace sentirme triste y echarla de menos aunque todavía esté. Cuando yo me vaya, en algun momento lamentaré haber ido. Los caminos son siempre en dos direcciones y nada es para siempre. Pero habrá que moverse. Hacia algun lado no determinado todavía pero el mundo es demasiado grande como para lamentar una marcha que siempre puede ser marcha-atras. Es parte del show. Del show de vivir y de buscar sítios donde los alquileres no sean tan caros ni el cielo de Abril tan azul. Pero el sol no paga recibos y todos queremos estar en paz. Busco algo entre la novedad y un sitio para sentirme en casa. ¿Donde te sientes en casa? Me lo han preguntado una vez y yo quise contestar que mi casa es donde está la persona a la que quiero. Que soy de Lorena, de Madrid y de lugar alguno y algunos elegimos vivir así: en la búsqueda de una vida que sea mejor aunque duela la distancia, la marcha, los amores perdidos. Al final estamos todos buscando siempre. Madrid me dolerá pero una siempre puede volver o siempre puede mirar hacia delante y esperar días más bellos.

Pero a Madrid se la echa siempre de menos. Aunque el alquiler te cueste una pasta y las cañas ya vengan solitarias sin las tapas de antes.

Porque a mi me gusta mucho echar todo de menos.

15 agosto 2007

Tony Wilson

Tony Wilson ha muerto. Vale. Fue el Viernes pasado con lo que soy plenamente consciente de que este post llega un poco tarde. Pero la vida ni siempre sigue el ritmo periodístico y la muerte dura una eternidad - y hay tiempo para todo.
Wilson, el tío que ha convertido Manchester en el centro del universo conocido durante unos cuantos años. El padre y patrocinador de bandas como Joy Division, New Order, Happy Mondays o James. El dueño de la Haçienda - el "garito" más "in" de los 80 y el fundador de la Factory Records, el sello con contratos firmado con sangre y responsable por el "single" más vendido de la Historia, Blue Monday.
En la buenísima película "24 hour Party People" de Michael Winterbottom se puede saber un poco más de inúmeras facetas de Wilson: su gusto por las drogas y las chicas, su gran capacidad para captar nuevos talentos y organizar fiestas y como no, su capacidad para decir tonterías y de insistir en ideas absurdas como que Shaun Ryder del Happy Mondays era el mayor poeta en lengua inglesa después de Yates.

Trayectorias como la suyas me hacen sentirme una persona un poco medíocre, una más entre tantas que nos limitamos a existir y hacer de la vida diaria una secuencia de horas casi siempre aburrida. Gracias a los ojos y a los oídos de Wilson, la aburrida existencia de miles de personas ganaron más ritmo y más poesía.

¿qué haríamos sin estrofas como las de abajo?

"And we would go on as though nothing was wrong.
And hide from these days we remained all alone.
Staying in the same place, just staying out the time.
Touching from a distance,Further all the time."


"So this is permanence, love's shattered pride.
What once was innocence, turned on its side.
A cloud hangs over me, marks every move,
Deep in the memory, of what once was love."

13 agosto 2007

The 4400

Cuando Tim me decía que estaba super enganchado a una serie, yo me preguntaba: ¿Qué serie rara será esa? Cuando finalmente me contó de que iba, con fin del mundo y abducciones, yo pensé: ¿será un programa de nerds?

Pero me ha podido la curiosidad y he empezado a ver The 4400. Me ha dejado la primera y la segunda temporadas y debo confesar que me está gustando.
Todavía tengo mis dudas si se trata de una serie para nerds o no.
Y todavía tengo dudas si soy una de ellos o no!
Raro, raro, raro.
¡Dios mío!