23 octubre 2008

Libre



But in between the morning and the evening light
Is how the days go by
And in between the evening and the morning light
Oh don't the stars look nice

(British Sea Power)


Salí tarde ayer de la oficina. Hacia frío y Madrid ya iba vestida de noche. Volví caminando pese a la hora que era. Necesitaba aire, viento. Necesitaba pensar.
Curioso como a veces es difícil interpretar nuestros propios sentimientos. A veces aunque miremos hacia dentro no somos capaces de saber con exactitud qué nos pasa.
Sólo sabemos que hay algo raro. Y ayer fue un día raro. Me costaba decidir como recibir ciertas noticias. Así que fui lentamente caminando a casa y preguntándome el significado, en el caso de haber alguno, de todo aquella rareza interior.
Pensé en el tiempo, en como cambian las cosas y en lo duro que es asumir la propia indiferencia. Me di cuenta de que lo que me resultaba raro no era la noticia en sí sino mi indiferencia hacia a ella. Fue como volver a ver un amor del pasado que de repente se ha convertido solamente en una persona lejana a la que ya no conoces, no aprecias, ni odias. Fue como saltar en la nada.
Yo me desconocía a mi misma. Desconocía por completo que el olvido se había apoderado de mí. Desconocía mi capacidad de convertir en silencio la preciosa música de antaño. Desconocía la temperatura amena que hace cuando todo te da igual.
Ya casi llegaba a casa cuando el viento sopló fuerte. Cerré los ojos y respiré con fuerza. Ya no me sentía rara. Y finalmente me di cuenta de lo que pasaba era que me sentía inmensamente libre.




22 octubre 2008

La canción de la lluvia



Me quedé un rato en la cama esta mañana escuchando el ruído de las ruedas de los coches sobre el suelo mojado. Una costumbre muy mía la de parar y dedicarme a oír la lluvia. Iba a coger el autobús para venir al trabajo pero a penas chispeaba y vine caminando sin prisa. De repente me acordé de la canción de abajo - yo siempre tan reacia a las canciones en castellano - tengo que confesar que el tiempo otoñal y las hojas por el suelo siempre me hacen recordar esa canción. Tiene la melancolía exacta de los días de lluvia que anuncian la llegada del tiempo frío y la poesía precisa de los afectos que no resultan y tienen un final resignado y silencioso.

“Y si es un castigo, yo me lo busqué…”