12 febrero 2006

Brokeback Mountain


"A veces te echo tanto de menos que no puedo soportarlo".

Y a veces así es. Se quiere, se echa de menos hasta que duela, se sueña mientras se está despierto. Cuando el amor es imposible, es eterno. Se queda allí, escondido en el aburrimiento diario, entre relaciones más o menos satisfactorias, entre el trabajo y las cenas con los amigos. Ya no somos romanticos en el sentido literario de la palabra. En los días de hoy, ya no se muere de amor. Nos distraen el estrés de las oficinas, la telebasura, el trafico, y el amor, con el perdón de la rima pobre, es sólo un dolor. Un dolor soportable dentro de los muchos que nos toca tener en esta vida.

Y de esto vá la pelicula. De amores y dolores. Del querer y no poder. Del amor limitado, breve e insuficiente. Del poder consumarlo de vez en cuando, cuando ya no hay manera de evitarlo y vivirlo entre montaña y montaña, entre la rabia y el deseo, entre el amor y la frustración de vivirlo en secreto, de vivir algo que se supone que está prohibido y equivocado.

Todos los que hemos amado mucho, nos sentiremos idenfiticados de alguna manera. La peli, no es la de los cowboys gays. Es de todos. De los que aman y lo viven, de los que aman y les gustaría vivirlo, de lo que aman y esperan días mejores. Es de cada uno de nosotros que un día hemos echado a alguién de menos...hasta no poder soportarlo.

1 comentario:

Nuno dijo...

Olá! Obrigado pelos comments, mais uma vez.
Chego 21 ou 22 (tenho que ver o ticket…) a Madrid. Se te apetecer ver a peça de teatro, um café, dez saideiras ou unas patatas bravas, escreve para o mail do meu blog. Se cuide. Fuiiiiiiiiii!