12 diciembre 2006

Perfumes

Ayer pasó algo bonito. En un día que parecía noche como todos estos días de Diciembre. Y pasó de manera inesperada porque con tanta movida en mi casa, hasta la lavadora ha decidido que no merecía la pena estar allí y ha dejado de funcionar. Y allí estaba yo. Con todo buen humor que puede tener una persona que tiene que lavar su ropa a mano. Cuando de repente un perfume conocido llenó la habitación.

Francis! Francis! El perfume del jabón de baño de mi abuela! Cuanto tiempo hacía que no sentía ese perfume.

Y era como si hubiera vuelto en el tiempo. Mi abuela. Pequeña, gordita y de pelo blanco como las nubes. Mi abuela que siempre me decía "Hola Cariño" cuando me veía y que siempre decía lo guapa que estaba. Mi abuela tan decidida a ducharse cada día pese a que sus piernas le doliesen mucho cuando caminaba. El perfume que tenía cuando salía de la ducha y me llamaba para que le ayudara a poner calcetines. El perfume de aquellos días cuando me daba unas monedas por limpiarle el jardín. El olor de su enfado cuando yo plantaba frilojes entre sus rosas rojas. Abuela, como me gustaba cuando me dabas dinero para comprar un helado para mí y otro para tí - un soborno a toda regla pero que nos hacia cumplices en algo. Mis picnics en tu jardín, tu dulce de guayaba, los crepes en tu casa, tu manía de hacerme comer rodajas de platano con el arroz y las alubias.


Tu mirada desconfiada cuando desaparecían tus botes de pesticida y te preocupabas porque los mosquitos te comerían viva y sabías que habíamos sido nosotras que los habíamos cogido pero no podías imaginarte para qué. Les ateabamos fuego y explotaban como si fuera una bomba, abuela y nos lo pasabamos genial jugando con ello. Tus latitas de caramelos para la garganta que me las comía enteras mientras te echabas la siesta y te juraba por todos los ángeles que no me los había zampado yo y que ni siquiera sabía donde estaban. La bufanda blanca que me hiciste cuando me vine a Europa y la quiche de queso provolone, mi preferida, que hiciste cuando volví. Todo vuelve de repente con ese olor a detergente en ese día de Diciembre tantos años después de que te hayas ido.

Te fuiste pero aqui sigo yo, entre tu perfume y mis recuerdos.

Te echo tanto de menos.

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