24 marzo 2007

Siempre que sea posible

Las tías y los tíos estamos siempre jugando al escondite. Por razones desconocidas parece que siempre elegimos caminos opuestos para llegar al mismo destino o elegimos el mismo camino para llegar a destinos diferentes.

Difícil saber de quien es la culpa. En mi caso en concreto tengo una cierta tendencia a culparme a mi misma porque soy perfectamente capaz de saber que me lío yo sola.

Ayer antes de comer me suena el móvil. Es el chico este diciendo que está en la puerta de la oficina y que si quiero tomarme un café. Mi primer pensamiento fue “¿Qué coño hace este aquí? Acto seguido le digo que he quedado para comer con una amiga, lo que es cierto, pero que dada mi grado de estupefacción también podría haberlo inventado.

Total, que después enamorarme de un chico que las palabras cariñosas las daba a cuenta gotas, me veo ante de a uno que no tiene problema algún en presentarse por sorpresa y decir que sencillamente me echaba de menos. ¿Por qué entonces se me ha hecho tan raro? ¿Porque no soy capaz de centrarme en el hecho en sí y disfrutar de algo bonito?

Claro está que todo se debe a un alto grado de subnormalidad mental que me impide ver las cosas de manera objetiva. De todas las formas estoy bastante convencida a no liarla de esta vez y no ponerme a pensar demasiado, ni buscarle defectos, ni nada por el estilo.

La gente normal se conoce, se besa, se gusta o se disgusta pero no hace falta pensar demasiado en nada. A lo mejor la diferencia entre estar enamorado o no consiste precisamente en cuanto la razón y tus miedos influyen en la relación con la persona que tienes en frente. El amor no surge todos los días, ni de la misma manera. Hay que empezar de nuevo, sin prisas, sin miedos(que soy muy miedica). La vida es muy corta y deberíamos divertirnos siempre, siempre que sea posible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

e eu aqui q nao sei nada!! ai essa cerveja...demorou!
tirate a la piscina!

beijuuuu
Lu.