05 abril 2007

Ganas de ir a pescar

He vuelto a Madrid y estoy muy cansada. Han sido días intensos donde estás todo el rato cerca de gente a quien no conoces y no tienes absolutamente nada en común. Tiene su lado interesante pero también cansa.

Paris me parece una ciudad preciosa y la vista del edificio y desde la planta 34 impresiona. Desde allí veíamos el Sena y el cielo azul de la tan famosa primavera parisina. Desde la misma ventana también se veía el Stade de France que uno de los jefazos puso particular interés en lo que viera yo para recordarme la final del mundial de 98. Capullo! Me lo recordó cien veces pero yo estaba tan absorta en lo bonita que me parecía la ciudad que no le di la respuesta que se merecía. También estaba el hecho de que Brasil ha perdido varios partidos importantes contra Francia lo que dificultaba bastante darle una respuesta contundente.

De Paris nos fuimos a Orleáns conocer al equipo responsable del desarrollo de la tool. Es curioso como el destino – o lo que sea – une a personas de tan distintas procedencias en el mismo coche durante dos horas. Yo, un bratislava, una alemana de la schwabeland (ufff) y nuestro jefe francés – un grupo improbable y raro pero la cosa no salió mal: salimos a cenar en un sitio chulo donde comimos muy bien y hablamos de cosas que no interesaban a ninguno de nosotros. Horas de conversación de ascensor pero lo genial es que Orleáns me pareció un pueblo super chulo. Un pueblo con río, con lo que a mi me gustaba pescar! Mientras estábamos allí me di cuenta de lo mucho que añoro la vida en un ciudad que sea más pequeña y donde puedes estar en contacto con los árboles y un río! Tengo ganas de pescar! Me acuerdo en Lorena lo mucho que me hacía ilusión que nos fuéramos a pasear y jugar cerca del río. Y pescar! Quiero ir a pescar.

A ver donde encuentro un sitio donde pescar en Madrid…

Pero total que fueron unos días duros pero que me han animado porque el proyecto no pinta nada mal. Los developers de Orleáns me han caído muy bien, especialmente una chica que se llama Carole. Porque ya no tendré que hacer de niñera, lo cual es todo un logro y porque principalmente es un trabajo que puedo hacer de cualquier parte del mundo y no tendré más los quarters ends, podré viajar en Junio, Septiembre y Diciembre. Y mi jefe está lejos. Es un proyecto con deadlines. Cosa que me encanta. Luego no sé a qué me dedicaré pero puedo cambiar incluso de empresa. Me gusta no saber que pasará y tener una rutina laboral, eso sí, por un determinado periodo de tiempo, no para siempre.

Y al final, me gusta bastante irme a Francia. Si viviera allí sería gorda y muy soltera porque la comida me parece una maravilla y los tíos, todos un pocos gays.

Pero ahora estoy de vuelta a Madrid y tengo que pensar en que es lo que tengo montado por aquí... que quiero hacer, que siento y a quien debo olvidar.

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