Yo no entiendo nada

Yo no entiendo nada. Me he perdido entre los meses, entre el recuerdo y el presente. Entre mis ganas y las respuestas que no llegan. Entre preguntas y el tiempo y esas fotos que me gustan y esa sonrisa que es como un cuadro en la pared de al lado que no estoy muy segura si debo volver a mirar.

Yo no entiendo nada y a lo mejor la culpa es mía. Por no ver las señales, e-mails, cosas subliminares y poco objetivas porque están mi deseo y el afecto. Por no ver que todo eso está en mí pero no tiene porque estar detrás de los mensajes, de los cds y de la música y sobretodo de su silencio. De su falta de tiempo para acordarse o dejar claro que a lo mejor se acuerda. Y su falta de ganas sobretodo. La falta de comunicación y deseo. Su mirada hacia otro lado.

Los días pasan y están todas estas fiestas. Todo el jaleo de una mudanza, de más de una. De la mía que me intriga tanto. De descubiertas y propósitos de año nuevo. Yo quiero entenderlo. Porque es raro, pero lo es desde demasiado tiempo para que se deje de hablar sin hacerlo. Para que se hable del tiempo cuando en un día todo era como si hubiese estado desde siempre.

Y siempre llueve en Suramérica cuando es verano. La lluvia esa por la tarde, torrencial y esperada. Como todo eso que una sabe que siempre estará sino se despide como se debe. Sino se dice adiós o te echo de menos claro y con todas las letras.