28 diciembre 2006

Los amigos

Que uno de tus mejores amigos sea un tío y no sea gay es como tener superpoderes. Es como ser amigo de Superman y que de vez en cuando le pidas que utilice su visión de rayos X para que tu puedas ver algo que sóla, está mas que claro, no podrías ver.


Yo tengo suerte. Porque tengo más de un amigo. Amigo de verdad a quien puedo preguntar toda clase de cosas del universo masculino. Aquí en España tengo a dos y en Brasil uno que es el mejor amigo de todos. A él ya le preguntado cada cosa que incluso a mí me ha dado cierto corte. Pero esa es la ventaja de los tíos. Todo parece sencillo, nada les ofende o les parece demasiado íntimo. Y hasta su punto de vista es bastante menos “rococó” que el de las tías. El mundo parece un lugar mejor si lo ves desde los ojos masculinos.

Con los amigos no pasa nada si tu desmarcas una quedada al ultimo momento porque te hayas liado. Sencillamente les llamas y les dices que no podrás ir. Ni siquiera tienes que explicar el porqué. Si no puedes no puedes. Con un amigo, tampoco pasa nada si sales con el y lo dejas solo porque te llama el chico que te gusta. Un amigo siempre te apoya si la causa del abandono es la posibilidad de sexo. Lo entienden perfectamente porque ellos harían lo mismo.

No hay a penas exigencias. Todo se hace porque os apetece. Se puede quedar para ver el fútbol. Puedes encima, conocer a sus amigos guapos que estarán encantados contigo ya obtendrán referencias tuyas de uno de su pandilla, lo que da mucho mas credibilidad cuando diga es guapa, es maja, es estupenda.
Porque para un amigo está claro que lo es. Porque ese amigo es un tío que no quiere acostarse contigo con lo cual no te dice cosas buenas solo por decirlo. Si hay cosas buenas que decir, te las dirá. Un amigo, ante todo es un tio, y ellos no desconocen el tacto. No entienden como ciertas palabras pueden “hacer mucho daño”. Te dicen las cosas tal y como son, con lo que, si la realidad es dura, te la dirá sin tapujos, y si es buena, te la dirá y te puedes fiar de lo que te dicen.

Últimamente he estado hablando mucho con mis amigos. Les pregunto, les cuento temas que me daría vergüenza confesar a una amiga pero que a ellos les parece cojonudo, interesantísimo y de lo más normal.

Hablando con ellos ni todo parece tan raro. Ni tan malo, ni tan absurdo.

Me encantan los chicos!

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