06 diciembre 2006

Efemerides

Dentro de poco hace un año que Bebé llegó a casa. Dentro de poco hace un año que empecé ese blog. Me alegra darme cuenta que alguna de mis proposiciones de año nuevo no se han quedado sólo en intenciones. Aqui estoy, 210 posts después, ¿Qué debo hacer ahora?

Pensé en cambiar el lay out. Algo más colorido, más alegre. Pensé cambiar de idioma, escribir en portugués que al final se supone que es lo mío. Pensé en cambiar de tema, de hecho, me lo dijo mi propio "tema preferido" que debería cambiar. Puede que sí. Que sea la hora de cambiar algo. Puede que hable de cine, de arte, de fútbol. De todo aquello que no sé. Cualquier cosa puede ser más interesante que mis digresiones acerca de los amores perdidos y de los chicos raras y las chicas majas. Es tiempo de renovarse, de cambiar. De casa, de año, de sueños.

Se puede hacer? Cambiar toda tu vida, así de repente? Yo que soy una chica de costumbres, de buenas que quede claro. Pero acostumbrada a mi café por la mañana, a dormir en bragas, a ver mis series en la tele, a echarme mil cremas antes de dormir. Yo acostumbrada a cruzar el Retiro ahora iré hacía otro parque. Y quedan tantas otros parques que cruzar. Y es lo que hace el silencio... trae la certeza de un adormecer tranquilo.


No tiene nada que ver, o tiene que ver con otras cosas, pero me acordé de esa poesía de Pedro Salinas:

"Pero nunca se va, nunca se pasa, si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar es el modo que el alma tiene para que nunca se le escape lo que se escaparía si dejamos de soñar que es verdad lo que no existe. Sólo muere un amor que ha dejado de soñarse hecho materia y que se busca en tierra"

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